Hoy, domingo 6 de enero, día de Reyes, a las 16:15, ha nacido María.
Desde que Anna me ha despertado esta mañana a las 9 diciéndome que había roto aguas, hasta la hora del parto, ha ido todo sobre ruedas… al menos desde mi punto de vista ya que ver los toros desde la barrera siempre puede distorsionar la realidad.
Lo primero que hice fue mirar el color de la aguas, y tras ver que eran trasparentes llamé al doctor al teléfono de urgencias que teníamos. Tras hablar con el y hacernos una serie de preguntas colgamos no sin antes decirnos que nos tranquilizáramos... y acto seguido nos llamó la comadrona para decirnos que nos dirigiéramos a la clínica, después de ducharnos, donde nos estarían esperando para ingresar a Anna.
La verdad es que llegamos un poco tarde y la cara de la comadrona tras una espera de unos 30 minutos así lo evidenciaba... pero no habíamos caído en que, además de la bolsa de la niña con su ropita (las 4 mudas que te piden), los arrullos, su colonia, etc, también teníamos que tener preparada una maleta con ropa para la madre y para mi ya que permaneceríamos unos 3 días ahí... pero claro... como que la niña se adelantó...
Una vez en la clínica llevaron a Anna a la planta sótano donde se encuentran los quirófanos de partos y las salas de dilatación, donde la acomodaron para que todo siguiera su curso natural y la conectaron a varias máquinas para monitorizar el estado del bebé. Sobre las 12 le inyectaron la peridural ya que Anna empezaba a sentir dolores que ya superaban su umbral de aguante... y, como debía ser, estos cesaron de forma inmediata.
Tras subir al restaurante para comer algo y volver a la zona de partos me encontré con la sala de dilatación vacía y a Anna en uno de los quirófanos esperando ya sobre la camilla... y en 5 minutos llegó Carlos, el doctor, quien nos dijo que ya estaba todo a punto para nacer.
El parto fue a las mil maravillas... casi sin esfuerzo... la verdad es que me esperaba algo más espectacular (en el sentido de gritos, esfuerzos y demás... como en las películas), pero se podría decir que fue visto y no visto... y tras un par de contracciones, y ayudada por la comadrona, María apareció como por arte de magia... pesando 3300 gramos y midiendo 50 centímetros de talla... lo que, para un bebé que se adelantó unos días no estaba nada mal!
Suscripción al Feed RSS