El primer día y la primera noche

Ayer fue uno de los días más felices de mi vida. Tengo que reconocer que todo fue a las mil maravillas (esto creo que ya lo he dicho antes o es que quizás es algo que tengo constantemente en mi cabeza).

El día pasó más rápido de lo que pensaba... y eso que solo me dediqué a mirar a María y a la madre, que estaba más guapa que nunca...

Desde el primer momento nos acompañaron los padres de Anna y su hermana, que junto con el resto de nuestras familias recibieron el SMS de las 9 de la mañana anunciando que Anna había roto aguas... esto, sumado a que era domingo y, para complicar más la cosa, festividad de Reyes, hizo que en un principio se pensaran que era una de mis bromas... pero tras la llamada de comprobación debieron de saltar de la cama como unos resortes! ;)

Mis primos Javi, Jordi y su mujer llegaron por la tarde, hacia el anochecer, al llegar de Lleida (Javi vio de casualidad a María ya que salía hacia Bruselas a la mañana siguiente... lo que me hace pensar si es algún tipo de señal que se escapa a toda ciencia).

El devenir de las enfermeras era constante y ya nos enseñaron algunos temas que supongo nos ayudarán en el día a día más adelante… lo más increíble fue cuando pusieron a María en el pecho de Anna y empezó a chupar como si lo hubiera hecho “toda la vida”... realmente una imagen de lo más entrañable!

Ya después de cenar nos acordamos que teníamos un exquisito Tortell de Reis que habíamos encargado en la pastelería Mauri y que Meri fue a buscar a media mañana para no perderlo... y eso de comerlo en la clínica no deja de ser una anécdota más de un día tan especial.

Sobre la una de la madrugada vinieron a llevarse a María a la nursery para pasar toda la noche bajo vigilancia y, supongo, para que nosotros los padres, tuviéramos una noche de descanso... y la verdad es que dolió bastante separarse de un bebé que hasta hacía unas horas no había ni nacido...